viernes, 28 de marzo de 2008

Una conversación sobre la inflación

Mauricio Ríos García

Siempre resulta interesante conversar sobre un tema tan importante como el de la inflación, pero dicen que solo a los economistas les gusta escuchar a un economista hablando de inflación. Hace poco vino a casa mi amigo Richard para arreglar un asunto de carpintería, luego de unos buenos años. Me llamó la atención la nueva y sofisticada forma que tiene de trabajar ahora, lo cual me pareció genial y conversamos…


-- (…) Ha pasado tanto tiempo y ahora veo cuánto has progresado, ¡me alegra! pero habrá que ser cautos para que a tu nuevo camión no se lo coma la inflación.

-- ¿Quién es el culpable de la inflación?

-- Depende de cuánto me vayas a cobrar (broma). Bueno, en realidad no siempre existen culpables sobre el tema, pero siempre habrá víctimas si no se le presta la atención debida.

-- Yo creo que los cambas están detrás de todo esto, solo para tumbar al gobierno ¿o qué dices vos?

Era todo un desafío explicar lo que realmente sucedía, sin que mi amigo Richard dejara de prestarme atención y siguiera creyendo en la propaganda del taxista. Sin embargo, encontré salida porque en él noté un aire de duda sobre aquella afirmación.

-- A ver, este es un tema de todas maneras complicado, pero se trata de un exceso de dinero en la economía. Por ejemplo, si un ganadero tiene dos vacas para venderlas a 100 bolivianos cada una, es porque la gente no está dispuesta a comprarlas en 120. Pero si una de ellas se ahoga, el ganadero tratará de vender la vaca que le queda al precio que pueda cubrir su pérdida, entonces lo más probable es que la venda alrededor de 200 bolivianos.

-- Nops… lo que me estás diciendo es que faltan vacas, no que sobra dinero.

-- Solo te expliqué lo que es y no en qué consiste la inflación. Lo que sucede ahora es que la gente tiene esos 200 bolivianos para comprar la vaca que le queda al ganadero, incluso más.

-- ¿Y dónde termina la cosa?

-- ¡No termina ps! Si ese es el verdadero problema. Dicen que hay tanto narcotráfico como en las épocas de García Meza. ¿No viste la cantidad de autos importados y edificios por todo lado? Todo el mundo tiene plata.

-- ¿Y por qué al principio dijiste que la inflación se iba a comer mi camión?

-- Bueno, ¿estás endeudado con el banco por comprarlo?

-- Si.

-- ¿El préstamo te lo dieron en dólares?

-- Si.

-- Tus dólares valen cada vez menos y para pagar tu deuda tienes que trabajar más y cobrar más.

-- Pero si no hay culpables, ¿qué hacemos con la inflación?

-- Es verdad que no hay culpables, pero sí hay responsables. El único capaz de "manejar" la inflación es el gobierno. Solo él tiene las herramientas para hacerlo, pero no sabe cómo. Los militares andan persiguiendo a cuatro contrabandistas en las fronteras, pero los de la aduana no dicen nada.

Hasta aquí era evidente la posibilidad de que hubieran productores ocultando su mercadería, buscando una competencia desleal. El tema de los cambas seguía preocupando a mi amigo Richard, pero no tanto como el de las deudas que debía honrar.

-- ¡Pero si todos contrabandean igual que siempre!

-- Verdá, pero el gobierno cree que pintando las garrafas que contrabandea la gente, se soluciona ese problema.

-- En-ton-ces, ¿en qué quedamos?

-- La idea está en que el gobierno, en vez de seguir presupuestando la plata de los bolivianos para que los movimientos sociales que él dirige, quemen prefecturas… debería dar oportunidad a ese ganadero de recuperar su vaca perdida. Así, hasta que se recupere, ya habrían subido los precios, pero todos sabríamos hasta dónde y hasta cuándo subirían (…)

http://lostiempos.com/noticias/28-03-08/28_03_08_pv4.php

viernes, 14 de marzo de 2008

El desafío en manos del sindicalismo populista

Por: Mauricio Ríos García

Hoy existe un gran duelo para las economías más globalizadas y desde luego para economías pequeñas como la boliviana. La Reserva Federal de EEUU tiene el reto de encarar una de sus peores pesadillas en los últimos años con la caída de las ventas minoristas, la depreciación de su moneda, y el repunte del crudo y el oro. Aquella situación se convierte también en una amenaza para nuestra economía, que hasta aquí corre además, con la responsabilidad de contener la profundización de una crisis energética y contener la inflación.

Comencemos citando las palabras de Kenneth Rogoff --economista y profesor en Harvard-- cuando en un artículo reciente en el Project Syndicate advierte que "si EE UU pasa de una recesión suave a una recesión profunda, las implicancias deflacionarias globales cancelarán algunas de las presiones inflacionarias que enfrenta el mundo. Los precios de las materias primas globales colapsarán, mientras que los precios de muchos bienes y servicios dejarán de subir tan rápidamente a medida que crezca el desempleo y el exceso de capacidad."

Después de algo más de 23 años, el problema más grave para solucionar en Bolivia y la región, es nuevamente el de la inflación. En 2007 el Índice de Precios al Consumidor (IPC), afectó a la gran mayoría de las economías latinoamericanas con un índice promedio de 8.43 %, ubicándose Bolivia como subcampeona, detrás de Venezuela.

Aunque las inclemencias del tiempo fueron protagonistas también en los ochenta, la situación actual no es como en aquella época, cuando el alza de los precios era estimulada por una elevada deuda externa, por la presión de los sindicatos de la Central Obrera para incrementar el nivel salarial, por la caída de los precios internacionales sobre las materias primas, y un elevado déficit fiscal, o lo que viene a ser lo mismo, excesos financiados por los bancos centrales a merced entonces, de los gobiernos.

Algunos entendidos atribuyen el problema de hoy a los altos precios de los granos y del crudo que esta semana alcanzó un nuevo máximo histórico de $us 110.72 el barril. Los no entendidos sugieren que como el problema es a nivel regional e incluso en EEUU, no hay por qué preocuparse por él. Así es como manifiestan no estar preocupados ante el golpe que pueda generar la crisis norteamericana, la crisis energética y el problema de la inflación:

El sindicalismo populista tiene una concepción tremendamente equivocada sobre el manejo de la economía. Para este año, el grupo Populi planteó un análisis sobre el Presupuesto General de la Nación 2008 e identifica las falencias: por ejemplo, los presupuestos más elevados son para el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Gobierno. Del monto que se les asigna, un 97% es para gastos de personal, es decir sueldos y aportes patronales. Esto se entiende así, porque hoy los sindicatos que antes presionaban con dinamitazos en sus marchas, están en el gobierno, y además aprovechan del poder para obligar al empresariado privado a incrementar los salarios de sus trabajadores (en un 10%), en un ánimo de revancha, pero que en realidad significa echarle gasolina al fuego.

Para el caso de la crisis energética, el gobierno de Morales ha decidido enfrentarla con la designación del ahora ex Senador Santos Ramírez Valverde, como presidente de YPFB. Un personaje que si bien tiene la confianza del Presidente y la experiencia de haber formado parte del equipo que redactaría la Ley de Hidrocarburos Nº 3058 de 2005, el D.S. de "Nacionalización" del 2006 y la posterior renegociación de contratos del mismo año; es un hombre que plantea "la industrialización de la economía" con recursos provenientes de las Reservas Internacionales (RIN), que hoy ascienden a $us 6.110, sin caer en cuenta que esas son ideas del siglo pasado, ¡ideas de los sindicateros de los 80! Sin caer en cuenta que estos hechos de vieja práctica, son de cuando los gobiernos sacrificaban derechos individuales por supuestos fines sociales que la masa reclamaba, como una reivindicación de "los derechos de la sociedad".

El desafío no viene por el lado de ser o no compadre del Presidente, viene por el lado de no utilizar las RIN que servirán para asumir el golpe de la recesión internacional, una posible caída de los precios internacionales del crudo y más castigos de "los niños"; viene por el lado de ser eficientes al asignar recursos en lo productivo y no en lo burocrático que no financia la deuda interna; viene por el lado de poder generar un clima ideal para invertir.

¿Quién cree en los sindicalistas? ¿Quién le cree al gobierno? ¿Quién cree ahora en Bolivia?

http://lostiempos.com/noticias/19-03-08/19_03_08_pv6.php

martes, 11 de marzo de 2008

Análisis económico de coyuntura

Dentro de la corriente neoliberal iniciada en 1985, la Ley de Hidrocarburos Nº 1689 del 30 de abril de 1996, fue creada con la idea de incrementar las reservas de gas natural, firmando 76 contratos de riesgo compartido entre YPFB y varias empresas privadas que terminarían invirtiendo al rededor de 4.606 millones de dólares entre 1997 y 2005, destacándose los años 1998 y 1999, con inversiones de 604,81 y 580,75 millones de dólares respectivamente, lo que permitiría cumplir con el contrato de producción y posterior venta al Brasil en aquella época.

De esta forma se rompería con el monopolio que ostentaba YPFB y la cadena productiva pasaría a manos de las petroleras privadas.

Ahora el panorama es distinto, ya que con una corriente más bien postneoliberal, los nuevos contratos petroleros del Decreto Supremo de “Nacionalización” del 1º de mayo de 2006, no exigen a las empresas invertir en exploración, por lo que YPFB ha sido conminada a asumir esta responsabilidad que es la fase de mayor riesgo en la cadena productiva. Si bien se ampliaron de 219 a 3310 las áreas de interés hidrocarburífero a favor de YPFB, para que la estatal petrolera desarrolle actividades de exploración y explotación por iniciativa propia o, a través de contratos de asociación, ésta no cuenta con las condiciones necesarias para hacer efectivas estas tareas.


La producción actual de gas natural no abastece el mercado externo y los contratos de abastecimiento con Argentina, debido a que la producción del energético llega a los 40 millones de metros cúbicos por día (MMmcd), cuando los requerimientos (demanda), de nuestro vecino país ascienden a 45 MMmcd.

Cupos de exportación de gas natural con Brasil y Argentina

Con Brasil se ha suscrito el contrato denominado Gas Supply Agreement. Tratado de Suministro de Gas (GSA) que estipula la exportación de 30,8 MMCD durante 20 años, hasta el 2019. Debido al alza en los precios internacionales del petróleo y sus derivados se ha exportado gas natural a Brasil a 4,7 dólares el millón de la unidad térmica británica (BTU) durante el último semestre el 2007.

Con la termoeléctrica de Cuiabá se acordó aumentar el envío de gas natural, de 1,2 a 2,2 MMCD, a un precio similar al que se provee en el contrato GSA1.

También a Brasil, desde el año 2001, la petrolera British Gas (BG) exporta gas natural a través del Contrato con Comgas. En mayo de YPFB firmó el contrato con Comgas.

Con Argentina el Gobierno suscribió un convenio marco en el que se establece la venta de gas natural por 20 años. Los volúmenes comprometidos son progresivos, el primer año (2007) se debió enviar hasta 7,7 MMCD. Entre el segundo y tercer año se debe ampliar hasta 16 MMCD y a partir del 2010 hasta la finalización del contrato (2026) alcanzar un total de 27,7 MMCD. Sin embargo, estos son los volúmenes de capacidad máxima del gasoducto, que de acuerdo al contrato, pueden ser ajustados al 60% en los dos primeros años y 80% desde el tercer año hasta la finalización del contrato2. Cabe destacar que debido a la subida de los precios internacionales de los derivados del petróleo, el precio de exportación a Argentina en el último trimestre de 2007 llegó a 6.01 el millón de BTU. (CEDLA).

El pasado 31 de enero, en el periódico La Razón, el ex superintendente de hidrocarburos Carlos Miranda, cuestionó el criterio sobre las inversiones de YPFB y reconoció el hecho como que era “malo, muy malo saber que YPFB dedicará casi la mitad de sus inversiones y probablemente su tiempo y esfuerzo, a rehabilitar y poner en funcionamiento 43 estaciones de servicio. Por lo visto, los responsables de la empresa no conocen la historia de YPFB. La empresa estatal tuvo grandes logros y también grandes errores y fracasos. Uno de ellos, el más notable, fue el pésimo manejo de estaciones de servicios. Esa actividad se convirtió en un foco de corrupción casi sin límites. Las estaciones de servicio fueron la presa fácil y más deseada de los militantes del partido de turno, dirigentes sindicales, familiares de jerarcas de turno, militares, etc…”

Dos semanas más tarde argumentó la ineficiencia e ineficacia administrativa de la misma empresa: “Deberíamos estar produciendo 57 Mm3/D o por lo menos 48 Mm3/D y no los 40 Mm3/D que está programado. Estamos incumpliendo a los dos lados, Brasil y Argentina.”

Algunas conclusiones del Observatorio Boliviano de Industrias Extractivas

Las medidas asumidas por el Gobierno no modificaron sustancialmente la política hidrocarburífera adoptada por las anteriores gestiones. El control de la producción continúa en manos de las petroleras, debido a que la solución a la crisis energética tendrá que esperar hasta el 2009, año en el que éstas estarían en condiciones de mejorar su producción y cumplir con los compromisos de exportación, cubriendo, de alguna manera, la demanda del mercado interno.

Con la suscripción de los nuevos contratos, el negocio de los hidrocarburos sigue supeditado a las inversiones que realicen las petroleras en el sector, además que a través de ellos, se deslindó a éstas de la obligatoriedad de invertir en exploración y explotación. Por esta razón, se calcula que en aproximadamente 20 años se agoten las reservas probadas de 19,3 TCF.

Las petroleras, por su parte, arguyen falta de seguridad jurídica. Sin embargo, pese a un escenario que las empresas consideran desfavorable y la proliferación de conflictos sociales, su producción continúa rumbo a mercados seguros del exterior.

Sin embargo, desde ayer y ante la crisis, Morales asume determinaciones.

Fuentes: OBIE-CEDLA, La Razón, Columnistas.net

lunes, 3 de marzo de 2008

Continúa el debate...

Hoy en la misma revista, Laserna habla sobre la réplica de George Gray Molina y argumenta su posición en:

"Más allá de las desigualdades (respuesta a una acusación sesgada)"