lunes, 27 de octubre de 2008

Consecuencias de una economía de planificación comunitaria

Mauricio Ríos García

Si entendemos el totalitarismo como la existencia de un partido único y hegemónico que niega las leyes, reglas y normas del Estado de Derecho, que mimetiza y confunde su poder con las instituciones del Estado, y que pretende el control absoluto de la sociedad civil (entre otras cosas), podría decirse que la batalla por no darle cabida constitucionalmente, ha sido ganada, sin embargo, la teoría básica del marxismo a la que el partido de gobierno responde, entiende que aquella victoria tiene matices de consideración, pues las relaciones de producción que constituyen la base económica sobre la que se levanta una superestructura jurídica y política, no fueron esencialmente modificadas en el último proyecto de constitución que aún admite los abusos del poder del Estado.

La Cuarta Parte que contempla la Estructura y Organización Económica del Estado, y que el Congreso Nacional dio visto bueno el pasado 21 de octubre, apunta en una sola dirección: la imposición de una economía de planificación comunitaria, una lógica que aleja toda posibilidad de articularse al mundo globalizado, por fundarse en los siguientes conceptos y principios de carácter contradictorio, incoherente y arcaico:

Art. 306 III: La economía plural articula las diferentes formas de organización económica sobre los principios de complementariedad, reciprocidad, solidaridad, redistribución, igualdad, seguridad jurídica, sustentabilidad, equilibrio, justicia y transparencia. La economía social y comunitaria complementará el interés individual con el vivir bien colectivo.

La redistribución se resume en quitar a uno para darle a otro, lo cual vulnera todo incentivo que los individuos necesitan para generar riqueza, en perjuicio de la inversión y el ahorro, y por tanto, del crecimiento económico, fomentando la informalidad, la pereza y la envidia. Quienes defienden las míticas virtudes de la redistribución, alientan la falacia de construir una sociedad que iguala a los más débiles con los más fuertes, olvidando que una de las causas más considerables del subdesarrollo, es el mecanismo de presión que ejercen los diferentes grupos de poder, para acceder a una mayor parte de aquellos recursos que el Estado pretende redistribuir equitativamente.

Art. 306 V: “El Estado tiene como máximo valor al ser humano y asegurará el desarrollo mediante la redistribución equitativa de los excedentes económicos en políticas sociales, de salud, educación, cultura, y en la reinversión del desarrollo económico productivo”.

El principio de sustentabilidad defiende la idea de que el progreso debe satisfacer las necesidades de quienes viven hoy, sin perjudicar a las generaciones que vendrán mañana. Si se pretende quitarle a uno para darle a otro, se vulnerará el sistema de propiedad privada, sistema que puede definirse como el poder jurídico pleno de un individuo sobre un bien cualquiera, entonces, el ser humano que tiene una posesión puede generar ganancia que antes no existía, usándola como mejor crea conveniente (tal vez como la posibilidad de convertirse en sujeto de crédito). Los principios del socialismo consideran que los medios de producción deben ser de propiedad común, teniendo que llegar a un acuerdo con un sinnúmero de personas, sobre el destino de una posesión de todos, es decir, de nadie. Por tanto, el riesgo que se corre, es el de no generar riqueza, y lo por tanto, de un desarrollo sustentable en salud, educación y cultura.

Tal vez el nuevo proyecto de constitución considere introducir un nuevo concepto que podría otorgarle a la transparencia. La Bolsa Boliviana de Valores no figura por ningún lado, pues esta clase de mecanismos determina la situación financiera de las empresas, mediante la publicación de sus estados financieros, convirtiéndose en la forma más perfecta y transparente que una economía avanzada puede establecer.

Y finalmente, sobre el “vivir bien colectivo”: Lo que la perspectiva colectivista siempre soslaya es que el éxito es infrecuente, mientras que el fracaso es usual. Los antecedentes del colectivismo en el desarrollo económico son suficientemente elocuentes para quienes toman en cuenta los sucesos como el de la caída del Muro de Berlín, pues el éxito económico de las sociedades libres tiene gran correlación con la libertad económica, aquella que permite la búsqueda descentralizada del éxito, un sello distintivo del libre mercado que amplía sus fronteras y asume los desafíos de la competencia que condena los esfuerzos de planificación al fracaso y pone en evidencia la clara relación entre libertad económica y éxito económico.

http://lostiempos.com/noticias/29-10-08/29_10_08_pv6.php
http://www.hoybolivia.com/Noticia.php?IdEdicion=173&IdSeccion=7&IdNoticia=7208
http://e-bolivia.blogspot.com/2008/10/aula-libre-consecuencias-de-una-economa.html
http://www.alminuto.com.bo/content/consecuencias-de-una-econom%C3%AD-de-planificaci%C3%B3n-comunitaria

lunes, 13 de octubre de 2008

¿Nobel para Krugman?

Por: Mauricio Ríos García

Paul Krugman, de la universidad de Princeton, acaba de recibir el Premio Nobel de Economía 2008, por su “análisis en los patrones de intercambio y locación de la actividad económica”. La Real Academia de Ciencias de Suecia explicó que el galardón ha sido reconocido así porque “ha formulado una nueva teoría para responder a las preguntas sobre cuáles son los efectos del libre comercio y la globalización, y cuáles son las fuerzas que impulsan la urbanización a nivel mundial, habiendo integrado de ese modo, los dispares campos de investigación del comercio internacional y de la geografía económica”.

Krugman es mejor conocido por sus inclinaciones en favor de la intervención en la economía, por seguir una línea más cercana a la del rebelde Joseph E. Stiglitz, y también por enfocar su análisis en la apasionante relación que la ciencia economía tiene con la ciencia política.

Las últimas columnas que el reconocido economista ha dedicado en el New York Times, han tratado -desde luego-, sobre el último desequilibrio financiero, relacionándolo con la política que la administración Bush ha adoptado con Irak: recursos destinados al gasto de la guerra que generan déficit. No se trata de desconocer el mérito y trabajo de Krugman a favor de la ciencia económica (con lo que de todas maneras termina teniendo problemas), pero sí de cuestionar el análisis que tiene con la política.

Toda la crisis financiera en EE.UU. no empezó con la Guerra de Irak y los recursos que se le destinó, sino cuando Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, habiendo advertido que ya el primer mandato del actual presidente sería difícil por una posible recesión, disminuyó los tipos de interés del 6.5% al 1% para que la crisis por los ataques del 11 de septiembre no destruyeran la economía, habiendo simplemente postergado la crisis hasta hace dos semanas, para que regresara con más fuerza y con un rostro de hipotecas artificiales, las que más riesgo tienen de impago, o aquellas que son mejor conocidas como subprime.

Cuando Friedrich A. von Hayek recibió el mismo reconocimiento en 1974, compartido con Gunnar Myrdal, fue “por sus trabajos en el campo de la teoría monetaria y las fluctuaciones económicas, y los análisis de la interdependencia de la economía, la sociedad y las instituciones”, sin embargo, aquel análisis no es el más relevante para la economía.

La Teoría Austriaca del Ciclo Económico, iniciada por Mises y perfeccionada por Hayek, explica el origen del actual problema a partir del crédito concedido por el banco central (en este caso la Reserva Federal o el FED), y los tipos de interés artificialmente bajos, haciendo que el crédito sea accesible sin mayor respaldo que no tener empleo, no tener ingresos ni propiedades, haciendo que los empresarios inviertan en proyectos demasiado arriesgados, provocando una mala coordinación entre producción, consumo e inflación.

Si la Real Academia de Ciencias de Suecia hubiese considerado que con el galardón de 2008 está alejando a la ciencia económica de la vida cotidiana de las personas, tal vez el profesor Jagdish N. Bhagwati lo hubiese recibido con mayor mérito y reconocimiento, habida cuenta de que las teorías neokeynesianas con las que Krugman se desenvuelve académica y políticamente, no explican la crisis actual, y que mucho menos son nuevas. Las inclinaciones de Bhagwati contribuyen más bien al mismo campo, pero velando por la causa de libertad que la economía norteamericana necesita con mayor urgencia.

El premio para Krugman podía esperar, podía ser postergado o por último compartido, porque resulta ser una mala señal para lo que puede venirse si no se tiene una lectura adecuada de la dinámica actual de la economía global.

Lunes 13 de octubre de 2008, un célebre día para quienes asumen el desafío de interpretar la ciencia económica a través de la ciencia política, pero uno triste para quienes asumen el mayor desafío de estrechar la relación de la ciencia económica con las necesidades inherentes del ser humano.

http://www.relial.org/Articulos/articuloDetalle.asp?Id=8161
http://independent.typepad.com/elindependent/2008/10/nobel-para-krug.html
http://lostiempos.com/noticias/15-10-08/15_10_08_pv6.php
http://www.uruguayinforme.com/news/17102008/17102008_mauricio_rios_garcia.php
http://www.alminuto.com.bo/send/send/1083