Por: Mauricio Ríos García
Al momento de acudir a las urnas en diciembre de 2005, muchos bolivianos pensaron que la nueva opción en favor de las mayorías, significaba, entre muchas otras cosas, un cambio positivo representado por Morales. Hoy es más que evidente el descenso de nivel de aceptación por el Presidente. Sin embargo, es interesante saber que en Estados Unidos se presentan nuevas perspectivas y una gran posibilidad para las minorías, lo cual resulta contradictorio en su contexto. ¿Por qué en Bolivia se apostó por las mayorías, y en Estados Unidos –país de primer mundo- las minorías son casi la mejor opción?
Hoy, con 41 años de edad, Barack Obama, es el segundo candidato a la presidencia por el Partido Demócrata. Nacido en Honolulu, es afroamericano -hijo de padre keniano y madre estadounidense- y actualmente es senador de Illinois, representando así a una minoría compuesta fundamentalmente, por negros e hispanos.
En una entrevista con Oppenheimer, Vargas Llosa, por ejemplo, hizo una lectura importante sobre lo que Hillary Clinton, la alternativa, representa para su país, incluso como la candidata con primera nominación por el mismo partido; observaba que su candidatura significaba intolerancia, división y que además, representaba parte del sistema y no del cambio que representa Obama, motivo por el cual se manifestaba como su simpatizante. Más de un 90% de encuestados por Newsweek en EEUU, afirman que votarían por un presidente negro.
Otra dato interesante es que el creciente 12% que apoya la candidatura de John Edwards como tercera nominación, se muestra a favor de Obama, lo cual pone en evidencia que los norteamericanos desean poner fin a la guerra en Irak, y que están más que dispuestos a dejar de lado los discursos intolerantes, divisionistas, radicales y tradicionales de Clinton. Los norteamericanos tienen sed de cambio.
El candidato por las minorías manifestó en una entrevista que puede encontrarse en YouTube, que las intenciones que tiene por un acercamiento con Latinoamérica, más allá de ser ciertas o no por cálculo estratégico de campaña, podrían ser prioridad para su gestión, dadas las nuevas muestras de alejamiento de Chávez, Kirchner, Lula, Ortega, Correa y Morales. Pero cabe resaltar algo mucho más interesante sobre aquella disposición: “Bajo ciertas condiciones, yo siempre creo en la necesidad de dialogar. A veces es más importante hablar con tus enemigos que con tus amigos”.
Este candidato es aún más interesante para todo humilde criterio. Siendo víctima de racismo, las constantes arremetidas de los grandes conservadores, no son motivo de lloriqueo, porque le resultan banales. El progreso y autosuperación es una realidad para quien se encuentra comprometido con sus principios y la conciencia sobre su entorno. Obama es el más claro ejemplo de sueños convertidos en realidad. Aún si no ganara los comicios de 2008, el simple hecho de presentarse como una alternativa tan cercana, es ya un importante avance para negros e hispanos, no solo en EEUU, sino en todo el mundo, dado su carácter hegemónico.
Hoy las minorías tienen voz en el primer mundo. Sin embargo, en Bolivia, las oportunidades, tanto de las minorías como las de las mayorías que representa Morales, se ven opacadas por falta de principios y conciencia sobre su entorno.
Si Morales representara a una minoría en Bolivia, al igual que Obama en EEUU, ¿Tendría mayor inclinación por las soluciones prácticas que por las ideológicas?
http://www.lostiempos.com/noticias/06-09-07/06_09_07_pv2.php
Al momento de acudir a las urnas en diciembre de 2005, muchos bolivianos pensaron que la nueva opción en favor de las mayorías, significaba, entre muchas otras cosas, un cambio positivo representado por Morales. Hoy es más que evidente el descenso de nivel de aceptación por el Presidente. Sin embargo, es interesante saber que en Estados Unidos se presentan nuevas perspectivas y una gran posibilidad para las minorías, lo cual resulta contradictorio en su contexto. ¿Por qué en Bolivia se apostó por las mayorías, y en Estados Unidos –país de primer mundo- las minorías son casi la mejor opción?
Hoy, con 41 años de edad, Barack Obama, es el segundo candidato a la presidencia por el Partido Demócrata. Nacido en Honolulu, es afroamericano -hijo de padre keniano y madre estadounidense- y actualmente es senador de Illinois, representando así a una minoría compuesta fundamentalmente, por negros e hispanos.
En una entrevista con Oppenheimer, Vargas Llosa, por ejemplo, hizo una lectura importante sobre lo que Hillary Clinton, la alternativa, representa para su país, incluso como la candidata con primera nominación por el mismo partido; observaba que su candidatura significaba intolerancia, división y que además, representaba parte del sistema y no del cambio que representa Obama, motivo por el cual se manifestaba como su simpatizante. Más de un 90% de encuestados por Newsweek en EEUU, afirman que votarían por un presidente negro.
Otra dato interesante es que el creciente 12% que apoya la candidatura de John Edwards como tercera nominación, se muestra a favor de Obama, lo cual pone en evidencia que los norteamericanos desean poner fin a la guerra en Irak, y que están más que dispuestos a dejar de lado los discursos intolerantes, divisionistas, radicales y tradicionales de Clinton. Los norteamericanos tienen sed de cambio.
El candidato por las minorías manifestó en una entrevista que puede encontrarse en YouTube, que las intenciones que tiene por un acercamiento con Latinoamérica, más allá de ser ciertas o no por cálculo estratégico de campaña, podrían ser prioridad para su gestión, dadas las nuevas muestras de alejamiento de Chávez, Kirchner, Lula, Ortega, Correa y Morales. Pero cabe resaltar algo mucho más interesante sobre aquella disposición: “Bajo ciertas condiciones, yo siempre creo en la necesidad de dialogar. A veces es más importante hablar con tus enemigos que con tus amigos”.
Este candidato es aún más interesante para todo humilde criterio. Siendo víctima de racismo, las constantes arremetidas de los grandes conservadores, no son motivo de lloriqueo, porque le resultan banales. El progreso y autosuperación es una realidad para quien se encuentra comprometido con sus principios y la conciencia sobre su entorno. Obama es el más claro ejemplo de sueños convertidos en realidad. Aún si no ganara los comicios de 2008, el simple hecho de presentarse como una alternativa tan cercana, es ya un importante avance para negros e hispanos, no solo en EEUU, sino en todo el mundo, dado su carácter hegemónico.
Hoy las minorías tienen voz en el primer mundo. Sin embargo, en Bolivia, las oportunidades, tanto de las minorías como las de las mayorías que representa Morales, se ven opacadas por falta de principios y conciencia sobre su entorno.
Si Morales representara a una minoría en Bolivia, al igual que Obama en EEUU, ¿Tendría mayor inclinación por las soluciones prácticas que por las ideológicas?
http://www.lostiempos.com/noticias/06-09-07/06_09_07_pv2.php