miércoles, 23 de enero de 2008

Se lo veía llegar

Sabíamos que el lunes negro, a medida que se acercaba, más se aceleraba.

Ya se advirtió sobre el tema de la crisis del crédito hipotecario en
octubre del 2007 y cómo afectaría a la economía latinoamericana y boliviana.

Nuestro gobierno hoy festeja los resultados fruto del
trabajo neoliberal como las RIN, los HIPC, el mismo ATPDEA, las condonaciones, pero lo que está claro es que no se hizo gestión cuando se debía.

Hoy el Perú crece a un 8.3%, el doble que Bolivia y no quiere saber de trabajar con nosotros porque estamos más ocupados en jugar a la guerra entre ricos y pobres (sic), a la economía cepalina de Prebisch o de la Revolución del 52.
El perú se aleja cada vez más de la Comunidad Andina de Naciones y se acerca cada vez más a la Unión Europea, luego de firmar un TLC con EEUU, todo porque quien trabajó para cuando llegara la coyuntura propicia, fue el tan criticado neoliberal Alejandro Toledo.

Parece ser que esta es la oportunidad, no de otro gobierno, pero tal vez de otro gabinete, de un pragmático manejo de la economía. Es la hora de las propuestas.

Este gobierno no se ha dedicado más que a la lucha contra la institucionalidad, al "desmonte" no del modelo neoliberal, sino del aparato productivo.
Este gobierno se ha dedicado a farrearse con oportunidades que podían haber fortalecido el orden y la certidumbre.

A quien le guste y quien no, nuestro gobierno no ha trabajado más que para la vuelta sin retorno de un Estado y una economía liberal, aunque con una factura impagable.


Este no será un año alentador para la estabilidad, pero sí será escenario de decisiones determinantes.